2008/10/22

On/Off (#05)


- ¿Tienes fuego?
- No, lo siento, no fumo, probablemente el camarero, o aquella señorita…
- Tampoco te gusta el whisky y te acabas de beber dos.
- ¿Perdona?

A ver, Markus. Habíamos quedado en que era el momento de despertarse, de dejar atrás las visiones y las conversaciones de dos cuando estás tú solo. Ahora te ibas a tomar unas copas, ibas a olvidarte de todo y mañana será el primer día de una nueva vida. Además, tú siempre hablas con chicas y a solas, así que no sé por qué intentas entablar conversaciones con tipos ciertamente oscuros. No estás tan borracho. Y además, sí fumas.

- ¿Hola?
- Sí, hola. Eso ya lo he dicho hace un rato.
- ¿Cómo sabes que no me gusta el whisky?
- Te he estado observando.
- ¿Cuánto tiempo?
- Veinte minutos, veintidós. Bebiendo whisky, probablemente demasiado temprano, probablemente demasiado solo, probablemente demasiado abstraído. He pensado que podrías ayudarme.
- ¿Y por qué iba a ayudarte?
- Luego yo te ayudaré a ti.

Bebió el último sorbo de martini, los últimos restos que quedaban junto a los hielos deshechos en el fondo del vaso, sacó un cigarrillo y lo encendió. Dirigió la mirada hacia la puerta mientras esperaba una respuesta. Markus miraba el fondo de su vaso mientras pensaba qué hacer. No tenía motivos para ayudar a un extraño misterioso, pero tampoco tenía otra cosa mejor que hacer. O eso o seguir emborrachándose.

- Y bien, ¿qué tendría que hacer?
- Subir al último piso de este edificio y coger algo que me pertenece. Yo te daré las llaves.
- ¿Y por qué no lo haces tú?
- Porque te estoy pidiendo un favor y te lo voy a devolver.

Y se lo devolvería. Markus no sabía de qué manera pero se lo devolvería.

No hay comentarios: