2009/06/25

## Serie POP (05) ##


## Instantánea ##

Día soleado. Mayo, la fila arena de Sitges aún no calienta demasiado, los pies no se achicharran. El troncomóvil esperando su llegada. Pocas palmeras y nada salvajes. Apenas una pareja de bañistas y una familia con dos chiquillos en torno a una sombrilla. Pero no serán un problema, el ambiente de la ciudad es liberal, los permisos están en orden. El equipo multimedia digital, por supuesto.


EVA: Mirad, ahí está.

LOCO LOCO: No os lo dije, va a molar, ya veréis.

NANCY: Yo creo que era de Spilberg, pero ya me haces dudar.

ANTONIO: ¿Quieres que apostemos?

NANCY: Paso de apostar, que ya te debo dos cervezas, pero vamos, estoy segura.

EVA: ¿De dónde habrán sacado ese trasto?

ANTONIO: Pues no se por qué no apuestas si estás tan segura. Venga, doble o nada.

NANCY: Que no, pesado, que ya te he dicho que paso de apuestas.

ANTONIO: No estarás tan segura como dices…

LOCO LOCO: Bueno chicos, ya estamos. ¿Qué os parece?

JUANJO: Pues qué quieres que te diga, lo de siempre.

EVA: ¿Cómo que lo de siempre? El trasto éste mola.

JUANJO: Psss.

EVA: Joder tío, siempre con humor de perros…

LOCO LOCO: Bueno, chicos, ya os conocéis el guión y la postura por la que tenéis que empezar. ¿Algún problema?

NANCY: ¿Dónde nos cambiamos de ropa?

ANTONIO: Yo aquí mismo, no te fastidia.

EVA: Yo ya traigo el bañador puesto.

LOCO LOCO: Hacedlo como queráis, pero en 10 minutos tenéis que estar listos. Mientras voy a ir poniendo los dos trípodes y a preparar las cámaras.

NANCY: Joder, pero si se me ha olvidado el bikini. ¿Cómo es posible? Estoy segura de haberlo metido en la mochila.

JUANJO: Para lo que iba a durar puesto...


Risas, risas, risas, no de todos.


NANCY: Eres un puto gracioso. No hay quien te aguante.

LOCO LOCO: Bien, bien, este ya está listo. Oye, Antonio, ven aquí y ayúdame a fijar este otro trípode, que no se que leches le pasa que no para de ladearse.

EVA: Será por la arena.

JUANJO: Verás cómo en unos minutos me aguantas bien, majetona.

NANCY: ¡Payaso!

LOCO LOCO: Estás que te sales hoy, ¿eh, Eva?

JUANJO: Ahora me dirás otra cosita, maja, en cuando empieces a menear ese culete.


Mar azul, como el de la Costa Azul, pero esto no es la Costa Azul, sí la Costa del Modernismo. Lugar ideal, negocio seguro. La música viene después. La simulación de sonidos depende, pero también, por lo general, después. La producción en el ordenador de los estudios, estudios que quedan reducidos a la planta alta de dúplex de Loco Loco, el director, guionista, productor y montador.

En esta ocasión el motivo central del filme es una reunión de amigos en la playa, al calor del verano, en un atardecer. No es tarde, ni por la tarde y aún quedan dos meses para el verano. Pero eso es secundario. Casi siempre. Hay un cierto público que se fija en todos los detalles, en la estructura lineal, fragmentada o en la precisión de los flashbacks del guión, en la ausencia de errores formales o posturales. Es un tipo de público escaso, muy exigente, que choca frontalmente con el consumidor medio y (al que en definitiva) van dirigidas este tipo de filmes.


Efervescencia púbica.


## La Casa Azul - El sonido efervescente de La Casa Azul ##

2009/06/17

## Serie POP (04) ##



## En la residencia ##


Los lunes, miércoles y viernes es tiempo de recordar y entonces oigo los gritos de los niños en el patio, la voz aguda de mi hija, el periquito de la cocina, el timbre que hace sonar el cartero todos los días a las 9.30 de la mañana, el claxon de la furgoneta del panadero cinco minutos después, el secador de la peluquería de Mari Pili, las lentejas hirviendo en la cazuela, el silbido de la cafetera, los goles del torneo infantil cantados en Radio Futura 3, la televisión con la receta de Arcillano, las voces del mercadillo de la plaza, las agujas de hacer punto entrechocando, los ladridos de Totó, los patos chapoteando en el estanque, el cortacésped que pasa Herminio todas las semanas, su último beso en el hospital, el olor a crisantemos, el tic-tac del reloj de la pared, el ding-dong del reloj de la pared.


Los martes, jueves y sábados miro a mi alrededor y escucho el hilo musical donde cada 14 minutos suena la canción de Anty y Pukas, la pierna de Arturo que cruje a la hora de la gimnasia de mantenimiento, la dentadura de Florita al chocar contra la mesa de la cocina, la bicicleta estática con su ritmo de caracol, las páginas de la revista de recetas saludables de Albertina, los pinchazos en el riñón, las perlas de la gargantilla sobre la mesita de noche, el roce de la lima de Consuelo haciendo la manicura 9 veces al día, la apertura automática de la puerta del confesionario, los raíles de las cámaras de televisión, el gorgoteo del jacuzzi, el helicóptero que sobrevuela la casa, los focos que se encienden y se apagan, el clac del maletín lleno de dinero del premio del ganador, la nominación que algún día me tocará a mí.


Los domingos descanso porque hay gala y sólo escucho la voz de la pequeña Mercedes Pilá que nos grita a través de los micrófonos mientras me imagino que mi pequeño nieto diabólico me observa a través del espejo disfrutando con mi encierro.


Hace dos meses y medio que todo me taladra el cerebro porque en la casa del Gran Abuelo se magnifican las cosas.



## Sexy Sadie -
Draining your brain ##

2009/06/04

## Serie POP (03) ##


## El principio ##


El ralo pelo ya se le había secado de su baño marsellés mientras estaba saboreando el segundo sorbo de Jim Bean, el cigarro que había encendido trasformándose en un fino filo ceniciento en el que no se distinguía el umbral que marcaba la separación entre cigarrillo y ceniza, divagando, sus pensamientos, navegando en esa fresca habitación que le habían proporcionado desde Televisión Española, en Arles, austera, pero muy adecuada para la tempranera y calurosa tarde de julio, esperando a que dieran las 8 de la noche, momento en el que se reuniría con Javier Marías y Gasset Dubois, momento en el que serviría otros dos vasos de Jim Bean, uno con dos hielos, para Javier, otro con un dedo de agua, para Dubois, tal como sabía que a ambos les gustaba, pues la situación, clima y atmósfera de la habitación debían ser los adecuados, y él era un gran maestro, profesional en los detalles necesarios para generar esa situación idónea que les conduciría a diseñar el especial que Televisión Española les había indicado que tenían que tener listo para finales de agosto, momento en el que se mirarían cara a cara, probablemente inhalando humo o sosteniendo un ducados entre los dedos pulgar e índice, ojos encendidos, atentos, interesados en obtener cuanta más y precisa información fuera posible, tratando de adivinar qué pensarían sus contertulios, si el gigante de Edward G. Robinson de Perdición podría ser el comienzo deseado, si pensarían que el fino y estilizado tantas veces chupado en Infierno de cobardes por unos labios dignos del mejor linotipista debería ser el punto y partida, si, tal vez, estarían deseosos de comenzar por un clásico de la industria tabacalera enraizado en la cultura norteamericana, Bogart y su maltés, Newman apoyado en el lateral de billar buscando la tirada definitiva, Hoffman desnudando algo más que su alma en los fríos tugurios neoyorkinos, o, definitivamente, pensando, ellos, amantes del siempre imponente Charles Laughton, que su cómica manera de conseguir la absolución para los testigos de cargo a través de inhalaciones a hurtadillas sería la lanzadera perfecta, pensando cómo los blancos pelos de la barba de su anfitrión se erizarían ante su creencia en la necesidad de soslayar el protagonismo a estos farsantes, pedantes del mundo material, con esa espiritualidad profunda que le caracteriza, que tantas veces ha sabido mostrar entre nubes de humo, libros, y esa mesa redonda, en la que posando nuestros ojos, todos hemos sido capaces de bostezar, comiendo palomitas, bebiendo una cerveza o haciendo lo que coños le diera la gana a cada uno, esperando, por fin, el 5, 4, 3, 2, 1.


## Lori Meyers -
Hostal Pimodan ##