2008/10/16

On/Off (#03)

Fue a su habitación y abrió el armario. Bien, podríamos llamarlo un panorama desolador. ¿Cuándo fue la última vez que puso la lavadora? Revolvió un par de cajones, movió el montón de camisetas abandonadas y consiguió rescatar unos vaqueros, unas chanclas y un polo verde. Se miró en el espejo. Aceptable.

- ¿Qué tal?
- ¿Qué tal qué?
- ¿Qué tal me ves? ¿Estoy guapo? ¿Podría ligar con la primera o la décima tía que me cruce en el bar? ¿Debería hacerlo?
- ¿Cómo?
- ¿Cómo? ¿Cómo que cómo? ¡Joder, tía! ¡Estoy harto de tus preguntas! ¡Joder! No sabes hacer más preguntas? ¿No sabes componer frases? ¿Cómo, qué, qué tal? ¿No puedes preguntar por mi vida? ¿No te interesa lo que me está pasando?

No, claro que no. A ver, tío, es evidente. ¡Llevas una semana hablando solo! Y tú ya sabes lo que te pasa, así que no hace falta que cambies tu tono de voz para preguntártelo. Estás solo. ¡Solo!. Ella se ha ido. Es el momento de asimilarlo y dejar de hacer el idiota. Espabila.

Se miró en el espejo.



No hay comentarios: